¡Muy
buenas a todos, aquí Nami!
Hoy
os vengo a hablar de Barakamon, un anime que se estrenó en 2014 pero que tenéis
que verlo os lo recomiendo completamente.
Barakamon
es un anime del tipo slice of life que nos cuenta cómo Seishu Handa, un reconocido
calígrafo, acaba en una islita de Japón para buscar inspiración, tras haberla
pifiado dándole un bofetón al director de una exposición que criticó sus obras
por ser demasiado convencionales. A partir de entonces, veremos cómo es la
adaptación de Handa al pueblo, qué efecto tienen sobre él las personas que
conoce y qué necesita para hallar la inspiración.
¿Por
qué me gustó Barakamon? Aquí mis motivos:
1- Barakamon promete comedia y
lo cumple. Es fácil reírse con situaciones del tipo
“Handa-enfrentándose-a-la-realidad-del-campo” y
“Handa-enfrentándose-a-la-que-han-liao-los-vecinos”. Las situaciones que se
crean no son previsibles ni las típicas de siempre, así que punto a su favor.
2- El género slice of life en
principio me echa bastante para atrás y me acaba aburriendo (algún día hablaremos de mi decepción con Suisei no
Gargantia), sin embargo, tras cada capítulo de Barakamon me apetecía
ver el siguiente, y eso se debe a que a pesar de que sea un anime de comedia,
el argumento es bueno.
3- Es un anime simple, pero en
eso precisamente está su encanto. No es simplemente comedia, sino que para mí, toca temas tan
profundos como la inspiración, la importancia que le damos a cosas que no la
merecen, el sentido de la competitividad, la naturalidad y… bueno si es que el
opening ya empieza con un “¿qué significa ser tú mismo?”.
4- Absolutamente todos los
personajes me caen genial y en el fondo todos son un amor: Handa, el huraño hot,
Naru, la niña achuchable que contagia felicidad, y personajes secundarios a los
que también se les coge cariño, como la amiga kawaii de Naru con cierta fobia
social, una mangaka que intenta esconder sus gustos de fujoshi, el
representante de Handa y la típica abuela que llega al sarao, suelta una frase
lapidaria y se larga.
5- La adaptación al pueblo. Ojalá
mi padre también me “obligue” a irme a vivir a un pueblo donde cada vecino con
el que me cruzo es más amable y generoso que el anterior. Si
llegase Handa a cualquier pueblo de España, acabaría siendo “El Raro” oficial,
sin embargo en Japón aceptan con los brazos abiertos a esa persona arisca, que
llega pensando que está en el culo del mundo y que toda esa gente habla raro. Y
además le llaman “Sensei”.
6- Su duración la considero adecuada: 12 capítulos (¿He oído maratón?). Ni hay capítulos prescindibles ni el final se nota forzado, así que 12 capítulos son los justos.
Por último, tengo
que añadir que vi este anime cuando tuve neumonía. Y, qué queréis que os diga, a
mí me hizo feliz, me hizo reflexionar, me hizo reír y me motivó para luchar por
mis sueños (si es que de solo ver a Handa escribiendo ya dan ganas de coger el
pincel). Así que, querido/a lector/a, dale una oportunidad a Barakamon, un
anime sencillo, pero no vacío, que tras cada capítulo te dejará con una sonrisa
en la boca.
¡Hacedme saber vuestras opiniones aquí abajo! ^__^
-Namidere
No hay comentarios:
Publicar un comentario