Erased (Capítulo 7): Kenya debería ser el prota.

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¡Muy buenas! Aquí volvemos, como cada semana, para comentar el capítulo de este genial anime que nos mantiene en vilo. Estoy bastante enfadada por lo que ha pasado, así que no perdamos más tiempo y dejadme que os explique por qué.

Esto simboliza toda el agua fría que tiene que recibir Satoru en la cara para dejar de cagarla con sus decisiones

[ADVERTENCIA: esto es una review del capítulo entero, por lo que habrá SPOILERS]

Empezamos con Satoru volviendo atrás en el momento en el que le detienen y ve al asesino (pero no parece que lo reconozca). Como ya esperábamos la mayoría, vuelve en el momento al que fueron al museo Kayo y él y se encuentran a todos.

Después de llegar a casa y volver a llorar por ver a su madre viva (algo que agradezco porque le aporta realismo, no me gustaría un prota que saltase por el tiempo con sangre fría). Llegamos al día antes de la primera vez que murió Kayo, donde la misión es evitar que se quede sola en el parque por la noche.

Para sorpresa de todos, Kenya lleva a Satoru al pasillo y le suelta que ha cambiado, que se ha vuelto mucho más racional. "Satoru, ¿quién eres? Para mí es como si te hubieras convertido en otro" (pues mira, es un chico de 29 tacos que sigue pareciendo más infantil que tú). Es normal que con lo observador que es se haya dado cuenta del cambio de Satoru. Pero tranquilos, que él le contesta que es un héroe justiciero y Kenya se echa a reír. "Sigues siendo Satoru" (Se supone que eso es bueno...).

Después de que Kenya se convierta en aliado y decida ayudarle a proteger a Kayo, Satoru va a casa de Jun Shiratori para conseguirle a él y a su padre una coartada. ¿Alguien me explica por qué se pone tan nervioso cuando le pregunta por Kayo? Vale, sí, el asesino los vio y utilizó eso para culparle. Pero es tan solo un compañero de clase preguntando por su amiga, entendería que se pusiera nervioso si se lo preguntara un adulto con la intención de saber si es un pedófilo o lo que sea. Me cae fatal este tío.

En fin, todo va como la seda hasta la noche del cumpleaños, la noche del 2 de marzo. Con la excusa de que ha olvidado algo en el colegio (la peor excusa del año, pero bueno, cuela), pincha las ruedas de los vehículos de los Shiratori (para que no vayan a trabajar, supongo) y tira una piedra a la ventana de la casa del padre de Jun para que se escuche el ruido. Ya está, ya tienen coartada.

Lástima que Satoru ve a la madre de Kayo y se le cruzan los cables. ¿Y qué quiere? Matarla. CLARO QUE SÍ, TODA LA SANGRE FRÍA DEL MUNDO PARA TU PLAN Y LAS COARTADAS, PERO LUEGO SE TE ANTOJA TIRARLA POR LAS ESCALERAS. BRAVO.

 

Con ojos de asesino y todo. Madre mía. Que yo a los 11 años jugaba a la GameBoy

Menos mal que aparece Kenya, que es el único con dos dedos de frente, para detenerle y decirle que sería un problema que muriera (así, de tranquis, muy normal para un niño también). El objetivo de Satoru es desviar la atención de la policía hasta la casa del padre de Shiratori (ya, como si solo hubiera un coche de policía en todo el barrio) y sobre todo, descubrir a la madre. Perfecto, eso queremos todos.

Kenya le dice que será un escándalo (QUE ME DA IGUAL, QUE QUIERO A ESA MUJER EN LA CÁRCEL), pero se anima a ayudar.

Esa misma noche, mientras acompaña a Kayo a casa, le suelta: "Voy a secuestrarte, ¿te importa?". Yo ahí estaba dando saltitos y tirando palomitas por la ventana. Hasta que me doy cuenta. De que su plan es esconderla en un autobús viejo en desuso en mitad del bosque. ¿QUÉ? Nonononono, yo lo que quería era que cogieras el dinero que te dio tu madre para el cumpleaños, que compraras el primer billete de tren y que os fuerais LEJOS. ¿QUÉ ES ESTO DE ESCONDERLA SOLA EN UN BOSQUE, DONDE ACABA DE NEVAR Y NO PODÉIS DEJAR MÁS RASTROS DE PISADAS?

Aquí, de botellón en el bus abandonado, super seguro.

La madrugada del 3 de marzo Satoru se escapa de casa (Y su madre se entera y no dice nada. Muy bien, señora. Un aplauso.) para llevarle comida a Kayo y pasan la noche juntos, hasta que Kenya despierta a Satoru para ir a clase.

El profesor se da cuenta de que falta (pues como cada lunes, amigo) y no tarda en hacer llamadas (¿POR QUÉ TE DA POR LLAMAR AHORA, SI FALTA TAN A MENUDO?). ¿Puede ser más sospechoso este hombre?

Esa noche están jugando a las cartas Kayo, Kenya, Hiromi (¡uf! qué alivio me dio verle, parece que también quieren salvarlo) y Satoru. Kayo les dice que lo mejor será decir que fue idea suya, así no podrían culpar a nadie. Satoru no se había dado cuenta (la verdad es que el muchacho no ha estado muy brillante que digamos en este capítulo ¬_¬).

La última escena es que un adulto está entrando en el autobús mientras Kayo está sola durmiendo. Y fin.

Como ya habréis notado, el plan de Satoru me ha decepcionado. Me parece genial lo de darle coartada a los Shiratori, pero lo del autobús en el bosque me parece una broma. Sea quien sea quien haya entrado ahora, estaba claro que en algún momento algún adulto acabaría entrando y que al ver a una niña sola su primer impulso sería avisar a alguien.

Y lo de querer matar a la madre en un arrebato tonto... ¿HOLA?  Tío, que tienes 29 años (se supone) y te ha detenido de cometer un crimen un niño de 11, ¿qué te está pasando por la cabeza? Además, ¿Y QUÉ si matas a la madre? Ella no la mató, se supone que lo hizo quien la sacó del almacén, así que Kayo puede morir en cualquier momento mientras el asesino ande por ahí.

Voy a por una infusión. Mientras, podéis dejarme vuestros comentarios aquí abajo.

-Namidere