lunes, 21 de diciembre de 2015

Owari no Seraph: Nagoya Kessen-hen (Capítulo 11)

¡Buenas tardes a todos! Hoy viene el capítulo de Owari no Seraph muy calentito y bien cargado, sin duda uno de los mejores capítulos de la temporada... ¡Empezamos!

El título del episodio es "Amor Arrogante" y comienza con el escuadrón de Shinoa, el de Shinya y el resto de humanos que participaron en la última (y suidida) misión en el aeropuerto abandonado, donde supuestamente les esperaban aviones para ser rescatados. A medida que va pasando el tiempo, la tensión y el desconcierto aumenta, incluso cuando Shinya lee la carta con las órdenes dejadas en la torre de control, pues éstas no son muy reveladoras ya que solo indican que deben permanecer allí.

Shinya leyendo las órdenes.
Llegan los momentos de histeria colectiva (en los que no participa Yuu, gracias a su ausencia) pues Rika Inoue, perteneciente al escuadrón de Makoto Narumi, le propina a Shinoa una bofetada y le recrimina a ésta que siga viva, ya que por haber ayudado a un vampiro, ahora sus compañeros estaban muertos. Shinoa aguanta firme y con cara de póker el arrebato de su compañera, incluso cuando ésta llega a amenazarla con su espada. Makoto le dice a Rika que se detenga, pero no para perdonar a Shinoa, sino para asumir la responsabilidad de seguir con la ejecución en caliente de Shinoa, pero Shinya lo detiene y le dice que eso no es competencia suya.

Rika dándole una galleta calentita a Shinoa.
Se abre un debate sobre obedecer o no las órdenes, en el que Makoto parece estar jugando a ser Yuu pues no se calla. Para más inri, se descubre que el plan suicida de atraer a los vampiros hasta la trampa en Shinjuku no era de Guren, sino de Kureto Hiragi, lo que hace que el enfado de Makoto aumente y decida que se van a retirar de la misión. Shinya intenta tranquilizarlo y detenerlo, pero a la moción de abandono se empiezan a sumar más de los presentes, por lo que Shinya decide que se van a retirar todos juntos de la misión y retomar fuerzas para salvar a Guren. Vamos, lo que podían haber hecho desde el primer momento ahorrándose así varias muertes.

¡Anarquía!
Mientras tanto, el grupo de los vampiros liderado por Krul Tepes permanece reunido mientras uno de ellos tortura a Guren con el fin de sonsacarle información. Éste intenta aguantar para que la información que revele parezca lo más verosímil posible, pero su límite ya está cerca. Crowley y el odioso Ferid hablan acerca de lo sucedido y cómo Ferid vendió el paradero de los cinco nobles asesinados, incluído Crowley, a lo que ante esta acusación Ferid no se molesta en defenderse, ya que tiene un plan entre manos. Es aquí cuando se descubre uno de los puntos importantes en el capítulo: Ferid desvela que en el plan trazado hay "otro titiritero", refiriéndose a Guren. Dice que él es "un incompleto", que está en camino de ser un demonio completo y que tiene dos personalidades distintas: Una de ellas la "idealista", la de proteger a sus amigos y subordinados, y la otra la "perfeccionista", en la que está poseído por el espíritu vengativo de Mahiru Hiragi, su difunta amante.

En ese momento, Guren cae inconsciente debido a los excesivos golpes de un vampiro y en esa realidad paralela de su subconsciente aparece Mahiru Hiragi, que le pide a Guren que le entregue su cuerpo (nada erótico festivo, solo cosas de demonios). Aunque en un primer momento éste se niega, parece que cae finalmente, "despertando" de nuevo con Mahiru a su lado.

No es un beso, pero casi.
Guren se lanza contra Krul, pero ésta le asesta un golpe que lo empotra contra un muro. En esa escena de supuesto conflicto, Krul habla con Guren revelando nueva información: Al parecer Krul tenía un trato con Mahiru Hiragi antes de la catástrofe mundial y al parecer, la vampira habría traicionado a muchos de los suyos. El experimiento del "Serafín del Fin" se vuelve a mencionar, y Guren le revela que éste tendrá lugar en el aeropuerto, lo que hace que Krul ordene a todos los vampiros se dirijan allí.

Mahiru y Guren.
 Mientras tanto en el aeropuerto, los humanos ven como unos aviones se dirigen hacia ellos, pensando en primer lugar que se trataba de enemigos, pero luego descubren que son aparatos del Ejército Imperial. De uno de los aviones sale Kureto Hiragi y Aoi, la hermana de Mitsuba, que ignora a ésta en cuanto la ve, haciendo que Mitsuba se entristezca. Kureto Hiragi "felicita" a los presentes por la misión y les ordena bajar las armas, pero el escuadrón de Shinoa y Makoto mantienen la formación de combate. Un escéptico Shinya se dirige a él y le pide explicaciones sobre lo que está pasando, pero éste se limita a preguntar por el paradero de Guren. Al saber que había sido capturado, le pregunta sobre "cuál de las personalidades tenía", dejando a Shinya aún más desconcertado.

En ese momento se da la orden y aparece un gran contenedor, cuyo contenido aún no se desvela. Makoto se encara a Kureto, pero éste es frenado por sus compañeros que intentan defenderlo. Pero en ese momento se desvela el destino que les espera a todos los presentes: la muerte.

Kureto Hiragi y el contenedor misterioso.
Del interior del gran contenedor empiezan a salir ristras de flechas de metal que se abalanzan contra los propios humanos. El grupo se defiende como puede, aunque todas las defensas son en vano y muchos de ellos acaban siendo atravesados por múltiples flechas, causando el caos y el desconcierto. Makoto, al ver morir a sus compañeros, entra en cólera (el zagal pasa todo el capítulo de los nervios) y arma en mano se dirige imprudentemente hacia Kureto, pero éste se deshace de sus ataques con facilidad y sin esfuerzo. Además le dice que "para que la humanidad avance, tiene que haber algunas muertes", lo que enfurece aún más al chico.

Esto le pasa por pegar a Shinoa.


El fin de Makoto parece estar cerca, pues en un último ataque Kureto aparta al chico y varias flechas se lanzan hacia él, pero aparecen Kimizuki y Yoichi para salvarlo de su destino. Shinoa ordena la huida, y apesar de que Kureto prometía perdonarle la vida a ella por ser una Hiragi, la chica decide seguir con sus amigos, por lo que se condena al mismo fin que el de sus compañeros. El cuerpo de Shinoa está a punto de convertise en un queso gruyère ser atravesado por múltipes flechas pero... ¡Sorpresa! Justo en el último momento aparece Yuu de la nada, salvando a la chica.

Más vale tarde que nunca.
Mika también aparece en la escena, recriminando a Yuu que no derberían haber venido pues a él solo le importa Yuu. En medio de ese paisaje dantesco en donde los propios humanos se estaban atacando entre sí, deciden emprender la huida, pero justo en ese momento llegan las tropas de los vampiros. Ambos bandos se enfrentan, quedando en el medio el escuadrón de Shinoa, Yuu, Mika, Shinya y su equipo y Makoto, que comienzan a abrirse camino como pueden entre los vampiros. Yuu se adelanta y consigue superar la barrera enemiga (aunque visto lo visto, enemigos son todos) y para su sorpresa, se encuentra con Guren.

¿Guren?
Atónito y feliz, el joven se dirige hacia él, pero el color de los ojos de Guren como su presencia en el lugar nos dan a entender que ya no es el mismo, tal y como Ferid había anunciado. El capítulo termina de una forma sorprendente: Guren presuntamente ataca a Yuu con su espada.

Y hasta aquí llega el capítulo 11 de Owari no Seraph: Nagoya Kessen-hen. La verdad es que ha sido un episodio bastante revelador aunque también ha abierto muchas nuevas incógnitas. Para salir de dudas tendremos que esperar al siguiente capítulo que saldrá el 26 de Diciembre, así como regalito de Navidad. Espero que os haya gustado esta actualización, ¡nos leemos pronto y felices fiestas!

Andy.

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