jueves, 21 de enero de 2016

FANFIC→ "Knots" — by SadLadyBug [1.1]

A todos (o a casi todos) nos gusta un fanfic sobre nuestros personajes favoritos, y nos gusta todavía más si está bien escrito. Decidí abrir esta sección para buscar esos ff que tanto buscamos pero que a veces nos cuesta un poco encontrar. En gran medida, serán ff escritos originalmente en inglés que me encargaré de traducir para que la lectura sea más llevadera, aunque en caso de que prefiráis la versión original, siempre os dejaré un link con el enlace (tanto al fanfic, como al autor).

Para comenzar con la sección, os traigo una historia de tres capítulos sobre mi pareja favorita: Sesshomaru/Older!Rin. Es una historia corta, bonita y muy bien escrita, y la autora me ha dado personalmente su permiso para traducirla y postearla aquí. Ella es SadLadyBug y encontré el ff aquí, en AO3.


Espero que os gusten tanto el ff como la nueva sección, y recordad que siempre estoy abierta a comentarios, críticas constructivas y sugerencias. Además, si tenéis algún anime o serie del que os interese leer un fanfic, ¡decídmelo! De momento no tengo ninguna lista de ffs pendientes para traducir, así que puedo incorporar algunos que vosotros me pidáis. Os agradecería que también me dierais algo de información en cuanto al contenido que queréis —si queréis que el fanfic sea de comedia, romántico (con la pareja que queráis) o de acción, por ejemplo—.



Estoy obsesionada con estos dos, y no me arrepiento.


Dicho todo esto, ¡vamos a ello! Aquí os dejo el fanfic.





Knots —  by SadLadyBug

Capítulo 1.1


"¡Gracias por la lección, Señora Kaede! ¡La veré esta noche!"

Rin oye una voz a su espalda mientras recoge sus cosas. "¡No te olvides de traer más leña antes de irte a dormir!" 

Rin se encoge. Es la tarea que más odia; siempre se las arregla para clavarse al menos una astilla. "Sí, señora Kaede. Sé que estoy atrasada en mis tareas, pero prometo que me pondré al día."

Kaede aparece de una de las habitaciones contiguas cuando Rin está ya en la puerta. Tan firme y estoica como siempre, aunque los años han pasado por ella, y ahora la anciana depende de Rin más que nunca. Cuando ella cree que nadie la ve, se masajea las articulaciones o los pies, atrofiados por la edad. Rin hace todo lo que puede por cuidar de ella, pero a veces se atrasa en sus tareas. Especialmente durante la semana de luna nueva.

"Y por favor, que la colada sea lo primero que hagas mañana por la mañana. No todos aquí tenemos un armario tan extenso como el tuyo," se queja. 

Rin ignora esa pulla y asiente. "Lo haré, lo primero. ¡Cuídese hasta que vuelva!"

La cortina de la puerta se cierra tras ella, pero no sin que antes vea a la anciana suspirar y negar con la cabeza. Rin frunce el ceño. Su impulso natural es preguntar qué ocurre, pero no dice nada. No necesita preguntarlo, sabe lo que la anciana Kaede está pensando. Sacarlo el tema ahora sólo daría lugar a más miradas cansadas y palabras de preocupación. No hay motivo para molestar a la anciana Kaede. Ni a sí misma. 

Además, Rin tiene un lugar al que ir. Simplemente el hecho de pensarlo hace que aparezca una sonrisa en su rostro. Sus pies quieren salir corriendo dela cabaña, pero el agua caliente de la tetera que lleva en la mano le recuerda que debe mantener el paso firme. Agarra una gran cesta y se la apoya por encima de la cadera mientras sigue bajando las escaleras, pasa por debajo de la puerta torii y atraviesa la villa. La primavera al fin ha llegado, aunque de manera desigual, y la temporada de plantación está en marcha. A medida que ella avanza por el camino de tierra, los campesinos levantan la cabeza para saludarla con una sonrisa. Otro día quizás intentarían pararla para charlar, pero hoy no. No es ningún secreto a dónde se está dirigiendo, y todos saben que es mejor no intentar retrasarla. 

Hoy es el día, tiene que serlo. 

Los sonidos de la villa van disipándose a medida que se va adentrando en el bosque. La luz del sol y el canto de los pájaros se filtran a través del follaje, y la muchacha se siente agradecida del abrigo que los árboles le prestan ante la fría brisa. Aunque a estas alturas ha pasado más años durmiendo bajo un techo que bajo el cielo abierto, el bosque sigue siendo el lugar donde se siente verdaderamente en casa. Otros días quizás se parara a ver las flores abrirse, pero hoy avanza por su camino a buen ritmo. No pasa mucho tiempo hasta que encuentra su árbol favorito y se pone a trabajar. 

La sábana de dentro de la cesta ondea en su mano cuando la extiende cuidadosamente sobre las nudosas raíces que sobresalen del suelo. Una a una, va desempaquetando las piezas de un delicado set de té guardado en embalajes de suave seda. La emoción arde en sus venas, haciendo que sus manos tiemblen al colocar las tazas en sus platos. En otro plato, coloca unas tartas de arroz y una pequeña selección de fruta. En el fondo de la cesta encuentra un paquete con hojas de té, que coloca junto a la tetera; todavía no es momento de meterlas en el agua. Finalmente, se pasa una mano por el pelo y se coloca el kimono bien, para que todas las capas queden perfectamente lisas.

Está lista.

Y ahora, le toca esperar.

Pasan quince minutos. Canta para sí misma para entretenerse, pero al cabo de un tiempo las notas empiezan a sonar vacías en la inmensidad del bosque. Cuenta los distintos tipos de flores silvestres que ve en la zona y después se explica a sí misma los nombres y cualidades medicinales de cada una. Otros treinta minutos pasan y su atención pasa al kimono, para buscar hilos sueltos y alisar cualquier pliegue. Cuando su estómago comienza a rugir, decide comerse una de las tartas de arroz.

Una hora pasa. Dos. Sigue estando sola.

Una sombra de duda atraviesa su corazón. Estaba segura de que hoy iba a ser el día. 

Estaba segura. 

Mira con pesar todo lo que había preparado y siente que se le forma un nudo en el pecho. Por los últimos seis días había estado haciendo lo mismo. Las mismas hojas secas de té, el mismo silencioso bosque. El mismo vacío junto a ella en la sábana. Lo único que ha cambiado es la longitud de su lista de tareas y la paciencia de la anciana Kaede —en proporciones inversas— mientras ella pasa sus tardes en el bosque. Sola.

La muchacha no suele sentirse desanimada, pero una suave voz en su cabeza le susurra que la escena es lamentable. Infantil, incluso. ¿Qué está haciendo ahí? Se imagina la mirada que la anciana Kaede le dirigirá cuando vuelva a casa triste y derrotada de nuevo, y suspira. 

Bueno, no tenía por qué ser una derrota absoluta. Al menos, podría tomarse una taza de té antes de recoger de nuevo las cosas y volver a casa.

Estira la mano para coger la tetera, pero se ha enfriado. No se había dado cuenta de que las nubes de vapor hacía tiempo que habían dejado de salir. Con lo mucho que había estado esperando se lo tendría que haber imaginado, pero le duele de todas formas. Por alguna razón, esto más que nada acentúa la desilusión en su corazón.

Una fiesta del té para dos, a la que sólo acude uno, y con té frío. Simplemente perfecto.
Sacude la cabeza. Ella es mejor que todo esto. Su vida entera ha estado repleta de momentos duros, sorpresas y retos. Pero a pesar de todo, nunca ha perdido su lealtad ni su esperanza. 

Sobre todo, Rin es paciente. Sabe lo que significa esperar. Sólo necesitaba renovar su fe y esperar un poco más. Y si ese iba a ser el día, ni loca iba a servir el té frío.

La tetera se balancea mientras ella corre de nuevo a la villa. Un poco de agua se derrama, pero el agua fría no es ningún problema. Cuando llega a la cabaña, está sin aliento. 

Kaede alza la mirada de la tela que está cosiendo. "¿Vuelves tan temprano, Rin?"
"¡Sólo será un minuto!" Coloca la tetera sobre el fuego, impaciente por que hierva. Tiene que darse prisa y regresar al bosque. "Sólo necesitaba recalentar el agua para el té."

La anciana le devuelve una amable, pero astuta mirada. "Ya han pasado cuatro días desde la luna nueva. Quizás tendrás que esperar hasta el mes que viene."

Odia que las palabras de Kaede sean como el eco de sus propios pensamientos. Rin sabe que Kaede la quiere y quiere lo que es mejor para ella, pero ahora mismo no puede soportar que su frágil confianza se derrumbe. Cuadra sus hombros. "Puede, pero no me dolerá esperar sólo una tarde más, ¿verdad? Todavía es pronto, y prometo trabajar el doble de duro mañana para ayudarla."

"Inuyasha y Kagome volverán de su viaje pronto; si eso ocurre, ya sabes..."

"Lo sé," la corta con una sonrisa. "Pero todavía no han vuelto." Baja la mirada. "Y han pasado ya tres meses desde la última vez."

Kaede le dedica una triste sonrisa, y su voz está llena de amabilidad. Esa amabilidad que suena dulce, pero duele de todas formas. 

"La dependencia puede ser peligrosa, niña. No quiero que estés desilusionada. Quizás debas aceptar que ya no volverá..."

Volverá!" No está segura de cuándo se ha puesto en pie, pero para su horror se ve a sí misma alzándose sobre la anciana y agitando los puños. El silencio se apodera de la habitación y sólo el silbido de la tetera la hace volver a la realidad. Rin la saca del fuego y la coloca en el suelo. Doblando su cintura, se inclina y habla con voz de arrepentimiento. "Discúlpeme, Señora Kaede. No pretendía gritar. Tiene que entenderlo: quizás no sea predecible, pero  confiable. Por favor, tenga paciencia conmigo."

Con esto, se inclina a recoger la tetera del suelo y sale de la cabaña antes de que Kaede pueda protestar.

Se apresura a regresar al bosque, con la tetera irradiando calor en su mano. Los aldeanos la saludan de nuevo, y no puede evitar pensar que ellos también deben verla como una mujer tonta. Se imagina las miradas de pena que le deben dirigir cuando ella no está mirando. Su sonrisa no alcanza sus ojos cuando les devuelve el saludo. 

Pero no tiene tiempo para preocuparse por eso ahora. En el linde del bosque sigue su camino, esperando no haberse equivocado al dejar el bosque, aunque haya sido por poco tiempo. La idea de que él haya venido y se haya vuelto a ir en su ausencia la hace sentir frenética, y sus ojos inspeccionan los árboles ante ella, esperando encontrar cualquier signo de vida. La distracción se ceba con ella cuando uno de sus pies se enreda en una de las raíces que sobresalen del suelo. Se tambalea y extiende sus brazos para intentar mantener el equilibrio.

Aunque consigue no caerse, la tetera se vuelca en sus manos, dejando salir el agua caliente y empapando con ello su ropa y su mano. Un siseo escapa de entre sus dientes mientras observa sus dedos enrojecidos. No es nada grave y no saldrá ninguna llaga, peor la piel le escuece y se hincha.

Parece que el universo está poniendo a prueba su paciencia hoy, y está peligrosamente cerca de conseguir la victoria. Si todavía fuera una niña, puede que hubiera pisoteado el suelo llena de frustración. Incluso ahora se siente tentada de hacerlo. En lugar de eso, sacude la cabeza y se mete los dedos en la boca, dispuesta a ir con mucho cuidado al avanzar de ahora en adelante. Camina lentamente, con la determinación de tomarse esa taza de té y disfrutar de la paz y tranquilidad del bosque.

Todavía se está chupando los dedos quemados cuando llega al claro, y sus cosas están esperándola donde las había dejado.

Y algo que antes no estaba allí.




Yyyyyyy hasta aquí la primera parte del fanfic. Los capítulos son bastante largos, así que he decidido separarlos en 2/3 partes según vaya viendo. Pensad, por favor, que yo no soy ni de lejos una traductora profesional, pero creo que estoy satisfecha con el resultado. 

Muchísimas gracias a la autora LadyBug por haberme dejado traducir esta historia tan bonita♥
Si todo va según lo previsto, el jueves que viene a la misma hora tendréis la continuación del capítulo 1. ¡Hasta otra!

Amonet.


6 comentarios:

  1. Lo amo, lo amo!
    Tienes que continuar. Porfavor! :'-)
    Deberías subirlo tmb a fanfiction, hay muchas fans hispanas que lo amarán tmb!
    Gracias.
    Tmb estoy obsesionada con ellos.

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    1. ¡Estoy contentísima de que te haya gustado! Tienes que estar atenta, porque la semana que viene subiré la continuación de este episodio♥

      El problema con subirlo a fanfiction es que como el fanfic no lo he escrito yo, no sé si le gustaría a la autora y tendré que hablarlo con ella, aunque no descarto esa posibilidad para cuando lo tenga traducido del todo.

      ¡Espero verte la semana que viene por aquí! Muchas gracias por pasarte y comentar♥

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  2. ¡Qué belleza! Me ha dado una ternura Rin increíble y casi dan ganas de acompañarla a tomar el té con tal de que no esté sola ¿Por qué, Sesshomaru? T^T

    Me pasaré a leer la continuación. Gracias por traducirlo, amo esta parejita <3

    ¡Un abrazo!

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    1. Espero que esta historia te guste tanto como me gustó a mi♥ La verdad es que Sesshomaru y Rin son mi pareja favorita desde siempre.

      ¡Un saludo!

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  3. Amo este fic, de los mejores que he leido
    Únete nuestro grupo "elixir plateado", puro sesshrin ��

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    1. Gracias por pasarte y comentar, me alegra que te guste♥ ¡No olvides visitar la página de la autora si puedes y animarla a ella!

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