martes, 3 de noviembre de 2015

Bonus: De los corazones, las estrellitas y los plagios.

Muy buenas a todos gente, Paul al teclado.


Sí, hoy os voy a hablar de la última novedad de Twitter, el cambio de la estrellita de FAV al corazón de "me gusta".



Han sido muchos los cambios en Twitter. Un servidor, que lleva 5 años en esa red social, ha visto la mayoría. Pero nada, nada tan aberrante e indignante como lo de los corazones. ¿Por qué? Me explico.



No es ya que Twitter siga copiando al resto de redes sociales y viceversa y haya adaptado el corazón de "like" de Instagram y el "me gusta" del Facebook. No es que los que usamos las redes sociales veamos como un tuit gracioso es plagiado y repetido, y después veamos como el plagio aparece en nuestro muro de Facebook, y tras aparecer en el muro de Facebook alguien nos lo envía por Whatsapp. No es que no podamos ya escapar de los gifs, los vines y los memes en ninguna red. Es que en breve en Twitter nos meterán el Farmville, el Candy Crush y nuestro TL se llenará de frases de Paulo Coelho, de fotos de chicas con cincuenta comentarios genéricos de "guapa no, lo siguiente" y "lindísima mi niña la más guapa" de los babosos de turno. Ah, espera, que eso ya lo hay...



Lo que hacía diferente a Twitter del resto de redes sociales era la estrellita. Una estrellita que no implicaba nada. Podía ser que te había gustado el tuit, que lo habías leído, una señal de que estabas ahí... en fin, existen, o existían, decenas de tipos de FAVs. Alguien podía "favearte". Ahora no, ahora tendremos que usar "corazonear". Y ya veréis como la RAE mete esa palabreja en su próximo diccionario.



Busca tu propio camino, Twitter. No intentes parecerte a otras redes sociales, porque para eso ya existen otras redes sociales. ¿Recordáis qué fue de las últimas redes sociales que intentaron copiar a otras? Yo tampoco.

Y ahora, nos queda la duda. Una estrellita puede ser mil cosas, pero... ¿un corazón? Un corazón es un corazón, un plato es un plato y un vaso pues es un vaso. Y mis FAVs a partir de ahora serán corazones, pero yo no os querré más. Y ahora llenar de corazones a alguien va a ser diferente. Quizá halagador, quizá perturbador. Pero diferente, seguro. 

Y a mí, cuando las cosas van bien, no me gusta que cambien para hacerse diferentes. Porque cuando algo cambia, puede ser para mejor o para peor. Pero generalmente es para peor.



Un saludo,

-Paul J. 

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