jueves, 23 de junio de 2016

BUSCANDO A DORY: Reflexiones



[Esta entrada contiene spoilers]

¿Habéis visto Buscando a Dory? Yo sí, y me encantó, pero más que hacer una crítica, reflexionemos un poco sobre ella. Tanto si te ha gustado como si no, ¡sigue nadando leyendo!

Antes de nada, yo soy de las que creo que los adultos pueden pasarlo bien viendo una película infantil o "para niños". Sí, quizás no nos cambie la vida a estas alturas ni nos marque tanto como si la viéramos con 10 años, pero ¿quién dice que no podemos disfrutarla igual, tengamos 20 o 60 años? En una crítica que he leído hace poco, la tachaban de innecesaria porque, a pesar de ser un buen entretenimiento para los niños, "no tenía nada que ofrecer a los adultos". ¿PERDÓN?

Buscando a Dory, al igual que Buscando a Nemo, es una película familiar, que trata las relaciones de padres e hijos, pero también habla de amistad, solidaridad, cooperación, superación personal, aceptación y, por supuesto, amor y respeto por el océano y la vida marina. ¿No somos los adultos los más indicados para "leer" en profundidad el mensaje de las películas de Pixar? ¿O nos vamos a cerrar de mente bajo el pretexto de que "sólo es una película para niños que va de peces que se pierden"? 

Por otro lado tengo claro que, en general, por muy buenas que sean las secuelas o precuelas, la película inicial siempre será la más icónica y recordada. Pasó con Toy Story 3 (respecto a Toy Story) y pasa con Buscando a Dory, no esperéis que una película supere fácilmente a Buscando a Nemo

A los que tuvieron tan claro que las chicas del parque eran pareja, ¿por qué no podían serlo también ellos? 

Como la vida misma
Hagamos recuento de los animales que aparecen en la película y que tienen claros problemas, como las pérdidas de memoria de Dory, Nemo y su aleta pequeña, la miopía de Destiny (la tiburón ballena)... Pero ¿qué me decís del resto de personajes?

La poca confianza en sí mismo que tiene Bailey (beluga) le impide darse cuenta de que su capacidad de ecolocalización está en perfecto estado. 
Las preocupaciones de Marlin le hacen enfadarse constantemente hasta llegar a herir a Dory y desconfiar de Becky (la gaviota desplumada) sólo por su apariencia, un error que acaba lamentando.
El miedo que tiene el pulpo Hank de volver al mar a causa de las malas experiencias que tuvo, hace que prefiera renunciar a su libertad.
Por no hablar de los leones marinos que hacen una especie de bullying a su compañero.

Soy un pulpo que bebe café porque YOLO
¿A cuántas personas nos recuerdan estos personajes? ¿Quién no ha vivido los prejuicios en primera persona? Compañeros de clase, compañeros de trabajo, familiares... Más de uno nos hemos cruzado con algún Marlin o algún Hank.

La memoria y las preocupaciones
Evidentemente, es un problema tener pérdidas de memoria a corto plazo, pero Dory acaba aprendiendo sus ventajas.
En los primeros minutos de la película descubrimos que Dory busca a sus padres durante AÑOS. Con el tiempo acaba olvidando cómo son, qué busca y dónde está, pero ¿por qué sigue alegre? Precisamente porque se olvida. La mayoría de nosotros en su situación habríamos perdido toda esperanza de encontrarles  y estaríamos hechos polvo. ¿Quién sabe si a Hank le pasó algo parecido?
Por otro lado, al final de la película vemos que al no poder fiarse demasiado de su memoria, aprende a confiar en su instinto. Por eso me encanta cómo contrasta Dory con Marlin o Hank.

El mensaje a los niños
"Sigue nadando". "Siempre hay una manera". Aunque no sea madre, me pone muy feliz que sigan existiendo películas que se empeñen no sólo en ser atractivas para los niños (que luego demandarán todo el merchandising posible), sino que enseñen valores los valores que he mencionado anteriormente. Seguro que además de salir del cine contentos se lo piensan dos veces antes de meter las manos en un acuario y molestar a los peces.


Hasta aquí mis reflexiones, espero que os hayan gustado y que os animéis a comentar las vuestras aquí abajo.
¡Nos vamos leyendo!

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