miércoles, 19 de agosto de 2015

Bored to Death: vino blanco, maría, novela negra y mucho humor.


La pantalla iluminaba tenuemente los rasgos del joven y le hacía destacar de entre la penumbra. Fuera, la lluvia golpeaba las ventanas y arreciaba como si quisiese ahogar toda la suciedad de aquella maldita ciudad. La gente correteaba tratando de protegerse de aquel viento helado que cortaba como cuchillas de afeitar. Ajeno a ello, el joven bebió un sorbo de su taza de café y sus dedos empezaron a deslizarse sobre el teclado de su ordenador como si fuesen bailarines de jazz.

Muy buenas a todos, gente, Paul al teclado. La entrada de hoy va sobre una de mis series preferidas, Bored to Death, y claro, tenía que hacerle un homenaje al más puro estilo de novela negra. ¿Por qué? Seguid leyendo y lo entenderéis todo.



Para los que no la conozcan, Bored to Death es una serie de HBO, que fue cancelada al finalizar su tercera temporada por los bajos índices de audiencia. Sí, tal vez esto no os convenza para verla, pero os diré que los 24 capítulos que nos han dejado (ocho por temporada) son algo maravilloso, épico, desternillante, irónica y que ya se ha convertido en una serie de culto por méritos propios.

La serie trata de un joven escritor mediocre, Jonathan Ames (interpretado por Jason Shwartzman), que tras cumplir los 30 ve como su novia le deja por beber demasiado "pero ahora bebo vino blanco, que es como si no tuviese alcohol" y fumar mucha maría "me ayuda a pensar, y además se la dan a los pacientes de cáncer, no puede ser mala" y aún por encima es incapaz de escribir su segunda novela "el clásico bloqueo del escritor, he escrito una frase en los últimos tres meses y ni siquiera me gusta". En medio de toda esta crisis, a Jonathan no se le ocurre otra cosa que anunciarse en internet como detective privado sin licencia (siendo todavía más lamentable que en su faceta de escritor), total, ha leído muchísimas novelas de detectives y sabe perfectamente cómo funciona el mundillo.



Para sus aventuras, contará con la inestimable ayuda de su mejor amigo Ray (Zach Galifianakis), dibujante de cómics y ejemplo viviente de toda clase de traumas, problemas y complejos y George Christopher (Ted Danson) un importante editor que ha superado la sesentena y quiere mantenerse joven a base de aventuras absurdas y fumar maría, dejándonos frases maravillosas por el camino como "yo no pospongo las cosas, sólo las dejo para luego", "yo intento hacer las cosas bien, pero es que es más fácil cometer el mismo error una y otra vez como un cretino" o mi preferida, "no hay nada como descubrir que no tienes cáncer, debería pasarme más a menudo". Y podría seguir así toda la entrada, ya que hay una decena de ésas por capítulo.

El resultado es que esta especie de trío inconsciente nos regala momentos llenos de humor inteligente, insólitos, extravagantes, catastróficos y muy, muy graciosos que van mejorando a medida que van pasando los capítulos (la segunda temporada es maravillosa) pero además la serie empieza bien, con una intro que con sus primeras notas de bajo ya nos evoca femmes fatales, esperas nocturnas a la luz de una farola y tristes despedidas bajo la lluvia.


Si os gusta el humor inteligente, o la novela negra, o las series de detectives, o las series en general deberíais echarle un vistazo, merece la pena.

-Llegas tarde, Jonathan.
-Lo siento, es que ayer tenía insomnio, me masturbé cuatro veces para dormirme pero claro, me dieron las seis de la mañana y me he quedado dormido.




Un saludo,

-Paul J. 

No hay comentarios:

Publicar un comentario