sábado, 20 de febrero de 2016

FANFIC→ "Knots" — by SadLadyBug [2.2]

¡Hola de nuevo! Como ya sabéis, cada jueves os traigo una parte del fanfic de Inuyasha sobre Sesshomaru y Rin, así que hoy no iba a ser menos. Aquí tenéis la parte 2.2.

Sé que la parte de la semana pasada fue un poco corto y además densa, sin apenas diálogos ni sucesos destacables. Para hoy, he intentado que fuera una parte un poco más larga y entretenida, espero que os guste tanto como a mí. ♥



[Capítulo 2.1]

Knots — by SadLadyBug

Capítulo 2.2

"Hm."

Gime interiormente. La sutileza no era su fuerte: dar rodeos probablemente nunca la hará llegar a la respuesta que en verdad quiere oír, y aún así no puede expresar sus miedos en palabras. El desconocimiento la está haciendo volverse loca poco a poco, pero el conocer puede que sea peor. Suspira y se coloca bien la cesta en la cadera, comenzando a alejarse y sintiéndose derrotada. "Bueno, vamos. Todavía tenemos más hierbas que recolectar o la señora Kaede se enfadará conmigo."

"Espera."

Rin se da la vuelta. "¿Qué ocurre?"

Los ojos de él están fijos en algún punto sobre ella, y parece un asunto vital. "Estás sucia."

Ella se estremece como si la hubiera golpeado. ¿Sucia? Baja los hombros mientras piensa, ya está, esto es todo. La verdad que había intentado evitar todo este tiempo era esta, cuando me decía que simplemente soy una sucia humana y que esta va a ser su última visita y no volverá nunca más, y qué cómo se me ocurrió pensar que él-

Él se señala su propia frente, en un punto entre la luna creciente y su ceja. "Aquí."

Rin parpadea un par de veces. Levanta la mano y se frota un poco la frente, y cuando los baja están llenos de tierra. Es entonces cuando se da cuenta, y se siente estúpida y ridícula: He estado recolectando plantas y hierbas toda la tarde, y he estado usando mis manos para quitarme el sudor de la frente. El alivio que siente fluye por sus venas hasta que un segundo pensamiento llega a su mente, uno que le hace querer esconderse bajo tierra por el resto de su vida. He estado intentando hacer que el Lord del Oeste se enamore de mí con la cara llena de tierra todo este rato. Por dentro quiere morir, pero por fuera ríe y se frota la frente con la manga. "¿Mejor?"

Él hace una mueca. "Peor."

Un rápido vistazo a su manga basta para darse cuenta de que sus manos no son lo único que está sucio. La idea de esconderse para siempre se le está antojando cada vez más y más. En este momento quizás incluso muera de la vergüenza y humillación. Puede sentir su rostro arder mientras busca un trozo de kimono limpio con el que poder limpiarse.

Un frío dedo hace contacto son su frente y se queda quieta. Gentil pero metódicamente, Sesshomaru frota el dorso de su dedo contra la piel de la muchacha, con las garras apuntando a la palma de su mano para no hacerle daño. Rin cierra sus ojos para que no le entre tierra. Cuando la mano de él se retira, la muchacha se queja interiormente por la pérdida de contacto entre los dos y espera un instante para abrir los ojos, solo por si acaso. Cuando lo hace, él la está mirando.

Rin intenta hablar. ¿Mejor ahora?"

Él asiente, pero sigue con el ceño fruncido. "Sí. Pero tu piel está caliente. ¿Te encuentras bien?"

La joven se siente simultáneamente asustada porque se haya dado cuenta y estupefacta por su incapacidad de adivinar el porqué la piel de ella está cálida. "¡Estoy bien!" se apresura a decirle. "Estoy segura de que simplemente es que he pasado mucho tiempo al sol. ¡Apresurémonos y acabemos por hoy, para que podamos relajarnos!" Y con estas palabras gira sobre sus talones y se adentra en el prado, respirando hondo para intentar calmar su acelerado corazón. Si no podía controlar su corazón incluso después de ese inocente roce, peor se sentía cuando se separaban.

Él la sigue mientras se alejan de la villa hasta su última parada: el bosque del Este. A diferencia del bosque de Inuyasha, este era salvaje, frondoso. Los aldeanos lo habían evitado durante muchos años a causa de los rumores de demonios malévolos y espíritus que lo habitaban, pero ella nunca había estado asustada. El viajar con un malévolo demonio durante una parte de su niñez quizás tuviera algo que ver con ello. La joven se había adentrado en el bosque muchas veces sin ningún incidente, pero hoy no está sola. Lord Sesshomaru es más amenazador que cualquiera de los depredadores que puedan encontrarse, pero no para ella. Al menos, no físicamente hablando. Sí que amenaza su cordura, sin embargo.

Se aleja de esos pensamientos haciendo una lista mental de todo lo que le queda por recolectar. A medida que se adentran en el bosque, los árboles están más juntos y no dejan pasar la luz del sol, dándoles un respiro del calor. El permanente zumbido de las cigalas los envuelve mientras ella se abre camino a través de los árboles, recogiendo algunos hongos y brotes tiernos que abundan en la húmeda sombra que el bosque les proporciona. El kudzu crece en abundancia, y se apresura en recolectar una buena cantidad de raíces y hojas para meterlas en la cesta. Un pequeño camino serpentea a través de los árboles y arbustos, pero cuando avanzan por él acaba estrechándose y desapareciendo en los lugares donde el bosque lo invade. No es que importe: a pesar de lo que le dijo a Lord Sesshomaru antes, no corre peligro alguno de perderse. Ha estado tantas veces en ese bosque que ya le es familiar: conoce cada curva del camino e incluso algunos secretos más allá.

Los secretos más allá. No había planeado hacer ninguna parada hoy; su intención era completar su lista de tareas para Kaede lo más pronto posible para poder volver a la villa a tiempo para la hora del té. Pero el corazón del bosque parece estar llamándola y no puede resistirse.

Gira a la izquierda, saliendo del camino, abriéndose paso a través de enredaderas y ramas de árboles. Puede oír la voz de él a su espalda, con un deje de preocupación.

"¡Rin!"

Lo llama. "¡Sígame, Lord Sesshomaru! ¡Quiero mostrarle algo!"

Puede oír sus pisadas tras ella cuando la sigue. No tardan mucho en encontrar lo que ella estaba buscando. El denso follaje se abre para revelar un gran claro, un extraño y maravilloso lugar en el centro del bosque donde los árboles fueron derribados años atrás por tormentas o por el tiempo. Los restos irregulares de unos tocones viejos y dos árboles talados se entrelazan en el lugar, pero sólo las partes más elementales de la corteza vieja permanecen, enfrentándose a la fuerza de la naturaleza que ha invadido el espacio. Enredaderas florecientes se entrelazan con los viejos troncos y ramas, compitiendo con los líquenes y hongos. La hierba y las flores silvestres son tan altas que le llegan hasta las rodillas a la muchacha, y cubren el claro como si de una alfombra se tratara. Algunos insectos voladores van de flor en flor, atraídos por los embriagadores aromas que emanan de ellas.

La belleza del lugar la deja sin aliento. No tiene oportunidad de visitar ese claro a menudo, pero es uno de los pocos lugares que le garantizan un instantáneo sentimiento de paz. Atravesar el borde del claro es como entrar en un lugar donde el tiempo se detiene y todos sus problemas la abandonan. Compadece a los aldeanos por no atreverse a entrar en el bosque, y por perder la oportunidad de visitar un lugar como aquel. Una suave brisa mece las flores, que parecen ondear e inclinarse para saludarlos.

Rin deja su cesta en el borde del claro en una suave cama de moho y avanza, abriendo los brazos y dando vueltas bajo el sol. Este es exactamente el lugar en el que quería estar hoy. No puede evitar estar feliz aquí.

"Mire, Lord Sesshomaru." Cruza los brazos. "¿No es... maravilloso?"

Y lo es. Él lo es.


¡Y hasta aquí el fanfic por hoy! Os lo dejo así para que fantaseéis sobre todo lo que puede ocurrir entre estos dos estando en el claro del bosque. Dejad volar la imaginación~ 

Sé que hasta ahora he publicado el fanfic los jueves, pero a causa del estreno de diversas series que comentamos en el blog, me temo que deberé cambiar el día de publicación y pasarlo al sábado/domingo. Os lo confirmaré en la siguiente entrada, ¿de acuerdo? Disculpad las molestias. 

Espero que os haya gustado mucho, no olvidéis comentar, que me hacéis feliz♥
—Amonet.



2 comentarios:

  1. Claro, Rin "despistadamente" se lleva al gran Sesshoumaru a su lugar "secreto", los dos solitos... Claro, Rin. Nomás a ver las flores, pijina! ;-)

    Morí con en la parte donde su lord le dice "que está sucia". La pobre ta maldecia su origen humano y se sentía repugnante, solo era lodo, Rin. Por el amor de Dios!

    Hahahaha

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    1. La verdad es que me hace muchísima gracia ver cómo Rin se come tanto la cabeza y al final resultan ser sólo tonterías así jajaja A ver si espabila de una vez y hablan las cosas como personas adultas que son! Aaaaagh.

      Muchísimas gracias por pasarte, como siempre. Un saludo♥

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