domingo, 27 de marzo de 2016

FANFIC→ "Knots" — by SadLadyBug [3.2]

¡Hola a todos y bienvenidos al blog!

Esta noche, como cada fin de semana, os traigo la continuación del fanfic de Inuyasha Knots, escrito originalmente por SadLadyBug en AO3. Lo pongo por aquí porque algunos por twitter y otras redes lo comentabais como si fuera mío, así que aclaro las cosas ^^

Dicho esto, sólo me queda recordaros que nos acercamos ya a la recta final. Este es el último capítulo del fanfic, y espero que el final no os decepcione. 


Por Duckhymn

¡Vamos allá! 


[←Capítulo 3.1]

Knots — by SadLadyBug

Capítulo 3.2

Rin siente un escalofrío. Ella sólo pretendía hablar por encima de ese tema, no soltar la verdad de golpe. Pero a Sango no se le escapa una. Acerca una mano a la de Rin.

"No debes olvidar a Sesshomaru. Él es demasiado especial para ti y siempre lo será. Pero eso no significa que tenga que ser el único especial para ti." Sus ojos se mueven, llenos de significado, hacia su izquierda, y Rin los sigue.

De pie unos cuantos pasos más allá, e intentando sin éxito disimular que ha estado escuchando toda la conversación, está Hikaru, el joven de la villa vecina que ha estado intentando llamar la atención de Rin por los últimos meses. El corazón de Rin se acelera. Bajo la mirada de las dos mujeres, el chico se sonroja y saluda, tímido. Sango le devuelve el saludo y le indica que se acerque antes de que Rin tenga tiempo para protestar.

Él se inclina por la cintura. "Buenas noches, señora Sango. Rin." Cuando está a su lado, va cambiando el peso de un pie a otro y mira a la mayor de las dos. "Mi padre le manda saludos, señora Sango. Le está muy agradecido por el exorcismo que ejerció en la casa de mi hermana el mes pasado. Ningún demonio les ha molestado desde entonces."

Sango se pone de pie y coloca una mano en el hombro de Hikaru. "Estoy contenta de oírlo, Hikaru. Dile a tu familia que yo también les mando saludos." Se gira entonces a Rin y le guiña un ojo. "Y ahora, si me disculpáis, debo ir a proteger a mis pequeño del inevitable desastre que implica que te eduque un monje pervertido como mi marido. ¡Pasadlo bien!"

Rin mira a Sango alejarse con los ojos muy abiertos, maldiciéndola para sus adentros. Incapaz de pensar en ninguna excusa para escaparse, le indica a Hikaru que se siente.

Él acepta la oferta, frotándose la nuca. "Así que... ¿te lo estás pasando bien en el festival, Rin?

Ella levanta la mirada para ver la luna, como plata alzándose en el horizonte, y se traga un suspiro. "Supongo. ¿Y tú?"

Él asiente. "Hay mucha gente este año. Pero me he perdido las celebraciones de esta mañana. Espero que algunos de los mercaderes aún estén por aquí mañana."

"Estoy segura de que algunos estarán, pero todo tiende a calmarse mucho después de esta noche. Si de verdad quieres hacer los mejores tratos, deberás llegar unos días antes el año que viene."

"Lo sé, pero no ha podido ser este año. Ha nevado en mi villa, así que eso nos ha retrasado en el viaje."

Eso la sorprende. "¿Nieve? ¿Tan pronto?"

La decepción de él es palpable. "Sí. El invierno es muy largo en las montañas y comienza a nevar muy pronto... En verdad, puede que esta sea la última vez que nos vemos en un tiempo."

"Oh." No lo había pensado. Se ha acostumbrado tanto a sus visitas y sus pequeñas charlas que incluso esperaba a que llegaran. La idea de otra persona desapareciendo de su vida es casi demasiado para ella. "¿Por cuánto tiempo?"

"Cada año es distinto, pero tan pronto como llega la nieve, los viajes se hacen peligrosos por unos pocos meses." Levanta las manos. "Pero no te preocupes. ¡Volveré después del primer deshielo!"

Rin le muestra una débil sonrisa. "Bien, me alegra oírlo."

Él desvía la mirada y rebusca en su bolsillo. "Mientras tanto, yo, eh, te he traído algo para que te acuerdes de mí." Se sonroja hasta las orejas. "Abre tu mano y cierra los ojos."

Ella lo mira, algo escéptica, pero accede. Espera que le ponga algo en la palma de la mano, pero en lugar de eso, algo frío y suave roza su muñeca. "Vale, ábrelos."

Una pulsera de pequeñas perlas negras lanza destellos al aire bajo la luz de los farolillos. Él se la ajusta un poco más a la muñeca mientras ella la admira. "Es obsidiana. A veces mi hermano encuentra pequeñas reservas de ella mientras cava en las montañas. Me ha ayudado a darles forma."

El corazón de Rin da un brinco. Ahora que las mira más de cerca, no son todas igual de grandes ni están perfectamente pulidas, pero la pulsera es preciosa. Un regalo bajo ningún compromiso hecho a mano con afecto y amor. "¿La has hecho tú? ¿Para mí?"

Él asiente, orgulloso. "¡Claro! No soy un experto en estas cosas, pero pensé que..."

Ella lo rodea con los brazos, impidiéndole terminar la frase. "Gracias, Hikaru. Me encanta."

Cuando Rin se sienta de nuevo, la cara de él está tan roja como la ropa de Inuyasha. "De nada, Rin. Me alegro de que te guste."

Ella se sonroja también y los dos desvían la mirada, centrando su atención en el espacio donde los demás están bailando. Desde el borde del claro, Kagome entra, arrastrando tras de sí a un no muy convencido Inuyasha por la muñeca. Él pone cara de negarse en rotundo a lo que ella le propone, y pone los ojos en blanco mientras coloca sus manos en la cintura de su mujer. Comienzan a bailar juntos bajo la suave luz de las estrellas y los farolillos, Kagome radiante de satisfacción. Rin no está segura de si esa satisfacción es por estar bailando con su marido o por haberlo convencido de salir a bailar con ella. De todos modos, la sacerdotisa está rebosante de felicidad.

La voz de Hikaru interrumpe sus pensamientos. "Hacen una extraña pareja, ¿no crees?"

Rin se prepara a sí misma por los inevitables comentarios sobre Kagome siendo humana e Inuyasha un medio demonio. Los ha oído un millón de veces antes, y un millón de veces ha defendido a la pareja. El discurso que tiene preparado y el tono de indignación con el que lo cuenta se saborean ya en su boca. "¿Qué quieres decir?"

Hikaru se encoge de hombros. "La señora Kagome parece dulce y divertida, e Inuyasha es... Bueno, un poco brusco."

La rabia de Rin desaparece. "Oh, bueno. Yo creo que eso es bonito. Se compensan el uno al otro."

"Supongo". Él no parece convencido del todo. "Mi padre siempre me dice que los opuestos se atraen, pero las cosas en común son las que sostienen una relación."

Rin se muerde el labio. "...Supongo."




¡Hasta aquí el fanfic por hoy! Espero que os esté gustando. Dejadme vuestros comentarios e impresiones más abajo, y volved el fin de semana que viene para más♥

—Amonet. 

4 comentarios:

  1. No sé que decir salvo "maldito Sesshoumaru", te están robando el mandado.
    Sé que doloroso para Rin (y nosotras) pero, debe continuar con su vida (hay pero como duele).
    Vamos Sesshoumaru aparece ya!
    Eres el macho alpha,no?! Pues hazte valer.
    La vida es corta para dudar!

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    1. Aaaaagh, yo me tiro de los pelos cuando veo todo lo que Rin se calla por miedo a cómo vaya a reaccionar Sesshomaru. ¡Vamos Rin, que el no ya lo tienes! ¡Atrévete!

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  2. HIKARU, PÍRATE.
    Like por Sango shippeando xD

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