sábado, 5 de marzo de 2016

FANFIC→ "Knots" — by SadLadyBug [2.4]

¡Hola a todos! Estoy encantada de veros por aquí una semana más. El miércoles pasado empecé las prácticas de la carrera, lo que hace que tenga todavía más difícil lo de escribir para el blog. Ugh. 

De momento, os dejo por aquí el pedacito de fanfic que os tenía preparado, y si no se me hace muy tarde, publicaré también la review del 4x03 de Vikings que se emitió el jueves. (Lo sé, soy lo peor...)

¡No os entretengo más, disfrutadlo!




[← Capítulo 2.3]

Knots — by SadLadyBug

Capítulo 2.4

El mundo se oscurece a su alrededor y por un instante Rin piensa que el universo la odia, que se está desmayando en mitad del momento más emocionante de su vida casi adulta. Pero cuando el rostro de Lord Sesshomaru se alza para observar el cielo se da cuenta de que sólo una de sus hipótesis se confirma.

No se desmaya, pero el universo que la odia.

Mira ella también hacia arriba y por primera vez se da cuenta de que las nubes los cubren, bloqueando la luz del sol al atardecer. Por culpa de las copas de los árboles, no han visto las nubes llegar, pero ahora puede ver las hojas agitándose por el viento. La promesa de una tormenta cercana se confirma, y se encuentran a millas de distancia de la villa.

Él la mira de nuevo, pero la luz en sus ojos ya se ha apagado. El instante mágico se ha roto. Rin se aguanta las ganas de llorar.

"Rin, recoge tus cosas. Nos marchamos."

"Sí, mi Lord." Recoge la cesta, pero cuando se da la vuelta, el Lord ha desaparecido.

De pronto, el lugar parece vacío sin él. La voz de Rin suena más suave de lo que pretende.

"¿Lord Sesshomaru?"

Un destello de blanco y plata cae ante ella desde lo alto de los árboles. Rin da un bote de sorpresa. La voz de él es prosaica. "Hay una tormenta acercándose desde el sur. No estás segura aquí."

Ella asiente. "Está bien, es mejor que regresemos. Conozco un atajo..."

"No. Iríamos demasiado despacio. Ven." Abre sus brazos, invitándola a acercarse.

A la joven se le sube el corazón a la garganta. Aquello no estaba incluido en su lista de mil y una posibilidades, pero ciertamente no es una mala adición a ella. Se traga la risa nerviosa que amenaza con salir de su garganta.

Se acerca unos pasos, pero después empieza a dudar. No la hallevado en brazos desde que era una niña, y no está muy segura de la logística. ¿Debe subirse a su espalda, como hace Kagome con Inuyasha?

"Eh, ¿cómo debería...?"

Él no responde. En lugar de eso, se acerca a ella y Rin reprime un jadeo cuando la levanta con solo un brazo, sujetándola por la espalda y por debajo de las rodillas, acercándola a su pecho. La cara de la muchacha queda medio enterrada en la piel que cubre el hombro del lord, y con su limitada visión vigila la armadura de su pecho, colocándose con cuidado para no clavarse ningún pincho. No tiene ni idea de cómo poner las manos, así que abraza la cesta que lleva con ella y la acerca a su pecho. Nota la sacudida cuando el Lord se eleva hacia los cielos con ella en brazo, y abraza con más fuerza la cesta, para no perder ninguna de las hierbas que han recolectado durante todo el día. 

Surcan los cielos, pasando sobre las copas de los árboles, y la joven puede ver desde la distancia la pradera por la que han pasado ese mismo día, aunque ahora le parece que aquello hubiera ocurrido años atrás. De hecho, todo lo ocurrido ese día le parece imposible, y sabe que también será algo imposible de olvidar. Su mente está ya organizando y almacenando todos los detalles, para no olvidar nada de lo sucedido, y también editando los recuerdos para incluir cosas que no han ocurrido. Cosas que casi han ocurrido. Cosas que deberían haber ocurrido. Maldice la tormenta y su horrible suerte.

Mira a Lord Sesshomaru, intentando adivinar en qué está pensando, y si tendrá en mente lo sucedido en el bosque esa tarde, pero la atención de él está fija en el horizonte. A la altura a la que están, el viento aúlla a su alrededor y la sensación de estática y lluvia cala en sus sentidos. Se gira para mirar hacia atrás, curiosa por ver la tormenta objeto de su desdén, pero se llena la boca de pelusa de la estola del lord. En realidad no importa. Puede que se sienta frustrada por los casi y los quizás, pero ahora está en los brazos de Sesshomaru, así que tampoco puede quejarse. En lugar de maldecir a su suerte, se centra en sentir la mano de él en su muslo y el calor de su cuerpo contra el de ella. Se acurruca contra él y cierra los ojos, permitiéndose sonreír.

Siente que el vuelo se le ha hecho demasiado corto cuando nota que comienzan a descender. Él se posa sobre el suelo con gracia y se inclina para dejarla con cuidado frente a él. Tan pronto como ella está de pie, él retrocede. Rin siente el vacío de su ausencia, y sabe que seguirá sintiéndolo por varios días.

Ahora sí que puede mirar hacia la tormenta, para saber qué vio él antes de que se marcharan del claro. Las nubes púrpuras y grises, llenas de electricidad, se vislumbran desde la distancia, acercándose raudas impulsadas por el viento. Las tierras del sur se ven oscuras, con destellos luminosos bailando dentro de las nubes que las cubren. Las ramas de los árboles se inclinan y mueven sus hojas. Rin cubre bien su cesta para proteger el contenido.

"Ya veo por qué quería que nos apresuráramos, Lord Sesshomaru."

El cabello de él ondea a su alrededor, mientras observa los cielos. "Sí. Debes buscar refugio."

Suben las escaleras y pasan por debajo de la puerta torii antes de girar a la izquierda. La lluvia comienza a golpear los tejados de las casas justo cuando abren la puerta para entrar.

La cabaña está oscura. No hay ninguna vela encendida y no hay fuego en la chimenea. Sólo una suave luz gris se filtra por una ventana que da a la habitación contigua, por lo que la habitación en la que están se encuentra sumida en las sombras. 

"¿Señora Kaede?"

No hay respuesta. La muchacha no se acordó de preguntarle a la anciana cuáles eran sus planes para ese día, pero no es habitual que se vaya por las tardes. Reza una rápida oración a los dioses para que la protejan.

Vuelve a la habitación y sus ojos se posan en su compañero, con sus ojos ambarinos reluciendo en la oscuridad, y entonces se da cuenta.

Está sola. En casa. Con Lord Sesshomaru.

No es que no hayan estado solos otras veces. De hecho, están solos siempre; han estado solos toda la tarde. En el campo, en el bosque...

Su corazón se acelera al pensarlo. Él sigue mirándola desde las sombras. La habitación parece más pequeña, y más cálida de lo que debería, y la lluvia golpea el techo sonando excesivamente fuerte.

"¡Bueno!" Da una palmada. "Debería encender un fuego. Parece que vamos a pasar una noche muy larga..." Su mente le da una reprimenda por la elección de las palabras. Se da la vuelta y ve que no queda leña porque se le olvidó ir a buscarla. Era otra de las tareas que había aplazado para pasar más tiempo con Lord Sesshomaru.

Gruñe. "Hay leña atrás. Iré a buscarla, será sólo un minuto..."

"Yo iré." Él se levanta y va hacia la puerta.

"Oh, no, mi Lord. No es necesario que..."

"Espera aquí."

Rin se queda mirándolo mientras se marcha, pasmada porque él sepa incluso dónde buscar la leña. Mientras espera, busca algunas astillas y una caja de cerillas.

En el exterior, la lluvia ruge y golpea las ventanas y el tejado. Un rayo cruza el cielo y se oye el crujido de la madera. Sin duda, habrá que quitar árboles caídos por la mañana. A medida que la tormenta se intensifica, la joven comienza a preocuparse. Le está tomando más tiempo del debido; quizás no sabía donde buscar. Está a punto de salir de la habitación para ir a buscarlo cuando reaparece, con los brazos llenos de leña. La suficiente para durar varios días. Probablemente él no lo sepa, pero acaba de librarla de clavarse más de una astilla.

El Lord recoge un par de trozos de leña, los coloca en el hueco para la chimenea y deja el resto en la esquina de la habitación. 

"Será necesario un nuevo cerrojo para el cobertizo." Se quita el polvo de las manos. "Y una nueva puerta."

Quizás aquello que había oído no había sido un árbol partiéndose. Siente un escalofrío; la señora Kaede no estará contenta por la mañana. "Oh. Bueno, ahora ya no hay nada que hacer. Lo importante es que tenemos leña. Muchas gracias, Lord Sesshomaru." Ella sonríe mientras se acerca a la chimenea y enciende una cerilla, manteniéndola cerca hasta que los trozos de madera más pequeños prenden. Enciende otra y la deja en el otro lado de la leña.

"Has aprendido algo de magia, por lo que veo."

"¿Qué?" El comentario la sorprende. A pesar de las sugerencias de Kaede, el entrenamiento de Rin se había centrado en curación y medicina. Al contrario que Kaede y Kagome, ella tenía poco talento como sacerdotisa, y tampoco deseaba tenerlo. Ella no quería aprender a purificar demonios. Mira a Lord Sesshomaru, confusa, y en la tenue luz puede verlo señalando el espacio entre ella y la leña.

Lo comprende. "¡Oh, no! Esto son cerillas. Kagome las trae desde su época; dice que hay algunas "ventajas modernas" de las que no va a prescindir." Sacude un poco la caja de cerillas y saca una. "¿Ve? Si frota el extremo de esto en el borde de la caja, la fricción produce una pequeña llama. Ni siquiera es necesario que use la caja; Kagome me ha enseñado a hacerlo con una uña, así." Frota su uña contra la cabeza de la cerilla y prende la llama. "¿Le gustaría intentarlo?"

El lord sujeta la caja de cerillas y saca una. La observa, oliendo levemente y alejándose un poco, curvando los labios. Sujeta la cerilla frente a él e intenta encenderla con la uña.

La cerilla es instantáneamente decapitada.

Una carcajada se escapa de los labios de Rin y él frunce el ceño. El asesino perfecto, de hecho. Levanta una mano entonces, para taparse la boca. "Lo siento, mi Lord. Creo que no están pensadas para soportar la fuerza de sus garras de demonio. Tome, pruébelo con la caja."

Cuando la cerilla se enciende satisfactoriamente esta vez, él parece satisfecho. La lanza al fuego y le devuelve a la joven la caja. Rin las aparta y se sienta junto al fuego, frente a él. El silencio crece, y se puede sentir cierta incomodidad en él. Incomodidad que nunca antes había estado ahí. Se debe, probablemente, a lo sucedido esa misma tarde. La mente de Rin no puede evitar pensar en lo que ha pasado en el bosque, las luces del atardecer, la mano de él en su cabello...

Ahora no es el momento para esos pensamientos, pero no puede evitarlo. Desearía poder adivinar en qué está pensando el Lord. Desearía saber si volvería a tener jamás aquella oportunidad.  En la batalla entre querer pensar en ello e intentar desesperadamente no hacerlo, no hay espacio para una despreocupada conversación. Por segunda vez, Rin no tiene ni idea de qué decir.

El fuego florece, iluminando con fuerza la habitación. Ella comienza a juguetear con la manga de su kimono, intentando no espiarlo, dirigiendo la vista a cualquier lugar menos a él. Mirarlo sólo hará empeorar las cosas. Está segura de que ahora él está bañado por la dorada luz del fuego, con el cabello lanzando destellos de cobre y con las facciones destacando en contraste con las sombras de su alrededor. Y entonces recuerda que están solos en esa pequeña habitación, rodeados por una tormenta, sin que nadie pueda interrumpirlos...

No puede evitarlo.

Lo mira.

Y jadea.

Él frunce el ceño. "¿Qué ocurre?"

No se había dado cuenta antes a causa de la poca luz que había, pero ahora no sabe cómo no puede haber pensado en ello antes. "¡Lord Sesshomaru, está usted empapado!"




¡Y hasta aquí el fanfic por hoy! ¿Qué ocurrirá entre Rin y Sesshomaru, solos en una cabaña, estando el Lord empapado? ¿Se desmayará Rin? ¿Le sangrará la nariz? Lo dejo a vuestra imaginación. ( ͡° ͜ʖ ͡°)
¡Os espero la semana que viene con la última parte del segundo episodio!

—Amonet. 


2 comentarios:

  1. Rayos!

    Todo iba tan bien... Bueno no se puede quejar, después de todo:
    Lluvia, fogata, casa sola... Demonios Rin lanzare encima de él. ¡¿Crees que solo está ahí por la maldita lluvia?!

    Lo sé Rin, todo parece estar en tu contra.

    ¡Caray! No se vaya a enfermar el gran Lord, que se quite todo (pa' entrar en calor).

    Gracias por seguir trayendonos tan hermoso fic <3

    ResponderEliminar
  2. Ya veremos qué pasa entre estos dos al final jajaja Muchas gracias a ti por pasarte y comentar, como cada semana♥

    ResponderEliminar